Recordándote

Veloz con tu ojo de acero
abriste un pozo en fondo del mar y te fuiste.
Es muy tarde y
me entristecen los crepúsculos de agosto
se enfrían los barrotes
humedece esta arena.

Las emociones pasan
pero tú te quedas
fuiste mía y no fui tuyo
me pregunto si has llamado alguna noche
si recuerdas, quizás estés contenta
o sin descanso, sin embargo
estarás sola sin mí,
aunque mía fuiste sin ser tuyo.

Tierno otoño, eras lejana
hija de palomas solitarias, piel de mármol.
Siempre me acuerdo y
tengo esperanzas de seguir recordando
y tengo ideas
pero que queden por dentro
(Quizás te has casado.
Quizás hayas muerto.)
Busco en un barco
o paso la noche
de pie frente al poste que marca fronteras.
Desde entonces crecí
allí donde me llevó el espanto.
aunque nunca fui un expedicionario
ni fui quien supiste que era.
Es tarde pero siempre lo ha sido.
Da igual: ser hombre tiene esos misterios
de día una nube
de noche se asoma el verano.
El halo reluce en los campos.
Me río si gano. Si pierdo no lloro.
Ya no tengo enemigos
ni pasiones ni veranos.
Es cierto que ya no voy más
ni vengo ni hablo.
Es cierto que expelo
cuantioso y amargo.
Me pintan de cera
me borran de estaño.
No creo en milagros: los voy aplastando.
Desde donde crecí
me llevó el espanto.

Poca cosa, las memorias
viciosas al servicio de mis sueños
te recuerdo y a veces no
porque me aligero de tu peso
más temprano que otros días.
Siendo el Hombre
Ingenio Volador
cae el telón
antes digo con certeza y sin fervor
poca cosa las memorias
ya es poco lo que soy.