La Migra no contesta
El caso podría llegar a la Suprema Corte de Justicia.
Es, quizás, un potencial choque entre dos instancias judiciales: el Noveno Circuito federal de Apelaciones y la Junta de Apelaciones Migratorias (BIA), que es donde se apela, precisamente, las ordenes de jueces de inmigración.
Pero esto tiene que ver con el caso de una familia.
El es inmigrante. Ella estadounidense. Viven en Los Ángeles
Se casaron hace más de cinco años. Antes de tramitar sus papeles, estaba en procedimiento de deportación. Inmediatamente la esposa presentó una solicitud para inmigrarle y para ser reconocido residente permanente.
La Constitución le garantiza una audiencia judicial, y las autoridades migratorias —USCIS— están obligadas a tomar una decisión sobre las solicitudes.
Y sí, poco tiempo después “meter los papeles”, tuvieron su entrevista.
Pasaron cinco años. USCIS no contesta. Ni sí ni no. Nada. Y ellos, a merced de esa respuesta.
El juez de inmigración, en incrementos de seis meses, les otorgó casi dos años de aplazo. Después, ya impaciente, rechazó el caso y hace un mes y medio conminó al inmigrante a una salida voluntaria. Tiene 60 días, le dijo.
Si se va o lo expulsan un día más tarde, se convierte en deportado, con la prohibición de volver a intentar inmigrar a este país por 10 años. El apeló al BIA pero fue rechazado.
Y el hombre está casado con una ciudadana.
Su nueva abogada, Aggie Hoffman, pidió respuestas a Migración.
Sabemos que debemos una respuesta, le contestaron. Lo que no sabemos es cuándo la tendremos.
¿Por qué? Tampoco le podemos decir, dijeron.
Apela, entonces, Hoffman: al BIA para reconsiderar su decisión negativa y al Noveno Circuito de Apelaciones para corregir la falta del BIA.
Las respuestas a apelaciones llevan tiempo, hasta dos años o más para el Circuito federal.
Mientras tanto, ¿se va o se queda nuestro inmigrante?
Porque si uno acepta la salida voluntaria, se va, y quiere seguir apelando desde el extranjero, para los jueces de Migración no puede. Con la salida, todo ha concluido. Pero para la corte federal, el cronómetro se detiene mientras se espera el veredicto.
¿Quién decide?
A nuestro inmigrante, la respuesta le urge. Sus opciones se limitan y todo por la decisión reciente del Departamento de Justicia federal .
En julio, la Suprema Corte declaró que el Departamento de Justicia tiene el derecho a decidir la extensión del abandono voluntario, y a no detener el cronometro de la salida voluntaria durante el tiempo de apelación. La decisión fue publicada este 18 de diciembre.
BIA asumió que, ya que el Congreso federal, al decidir las leyes, no mencionó la extensión de este periodo, este tema es de su propia jurisdicción.
Pero la autoridad del Noveno Circuito de Apelaciones, al ordenar que el cronómetro se detuviese hasta que tomara una decisión, es superior.
Entre ambas instituciones cae nuestra pareja. Solo la Corte Suprema tiene el poder de resolver este conflicto.