El ritual de tu silencio
Quién fue el primero en no llamar
ofuscarse
y luego ni la suerte ni el deseo…
…qué puedo hacer
con estos dedos que me queman
tu figura que me sigue y no me deja
la imagen del recuerdo de tu labio hiriente
en el fondo de la memoria mágica
más negra.
Todo queda.
Me quiere
no me quiere.
Lo frío fortalece
lo caliente debilita
todo revienta y acaba
y lo nuestro es dolor y culpa extraña
tengo el desconsolador pensamiento
que esto se gasta
si, las cosas llevan tiempo
dice la foto
y es la imagen gris del océano
y unas rocas gigantescas
agujereadas como puertas
y detrás sólo ruinas de una casa.
Es octubre
los primeros frescos
piden agregar una cobija
a la cama negra
la foto de tu amante
bajó un peldaño en nuestro librero
la del amor de mi pasado
no se ha colgado todavía.
Dan vueltas alrededor
de un plato de sopa de nopales
una botella de vino que no se abre
una guitarra por siempre
con cinco cuerdas
nunca vino el hijo
ni una boda
en la Catedral de Oaxaca.
Tengo la desconsoladora sensación
que el dolor me está transportando
sin remedio ni quien escuche
al espacio de las sombras
al que pertenezco
que la flor de tu cuerpo hondo
se cierra ante mis alas.
Nuestras lenguas se mueven
pero no se tocan
tus manos se alejan
y como un duende que sueña
realizas la mitad de tu ritual de silencio
y la práctica del abandono.
Courtleigh Drive