El hombre que fue tu amante
El hombre que fue tu amante
está parado en la esquina
de nuestra casa nueva y espera
lo he visto la otra noche
en la comisura de tus labios
en el afán de tus caderas
cuando estallan contra las mías
remolino de girasoles.
Al hombre que fue tu amante
lo he encontrado
en la calle céntrica de tu poesía
en tu historia que estuvo en boca
de otros hombres
como si fuese gran novedad
una verdad
como exquisito pan
mi amor.
Y me afano por taparle la cara
cuando sueñas
para que no la veas
te susurro que ya no lo ames
y que estás aún desnuda
en nuestras sábanas.
Ese hombre me conoce
y me retuerce sin tocarme.
El hombre que fue tu amante
vuelve su eco desde el abismo
donde grito tu nombre.
Y cuando desaparece de su acecho
porque te acurrucas en la cama a mi lado
yo me pregunto
en el espejo
si aún quiero.
Franklin Avenue