Después del Diluvio
Lento porvenir el de los atardeceres.
Sol menguante, flota la brisa
y canta la savia tenue del Nuevo Mundo
Con algún propósito
la tierra se aligera de costras
aleaciones e inventos.
Se liberan los poros del planeta que respira.
Algunas lianas cuelgan asegurando la transición
de la vida a la vida fresca y temblorosa.
Reflejos de ansías verdes,
forraje para la eternidad.
No hay nadie.
Llueven semillas nuevas para nacer
y puedo ver con claridad el interior.
Seguimos revoloteando sobre la faz
sin encontrar el punto de partida.
11.18.94