Conozco al Lord Nazir Ahmad en Baku
Cuando el reportero se presenta, el hombre guarda silencio por un momento. Y después se da a conocer: “Y yo soy el Lord Nazir Ahmed, miembro de la Cámara de los Lores”.
Además de haber sido el primer musulmán nombrado a la moderna nobleza del reino británico –en la actualidad hay seis o siete, dice a La Opinión– Ahmed es barón. Y por años, concejal de un distrito en el norte de Inglaterra, en un barrio obrero, elegido por el Partido Laborista.
“No estuve como representante de los musulmanes, sino de quienes me eligieron y de todos los residentes, y en eso hay una diferencia entre la política en el Reino Unido y la de Estados Unidos”, afirma Ahmed.
Nacido en la Cachemira pakistaní, habla de una charla que dio en la Universidad de California de Los Angeles hace ya cuatro años, en donde quiso hablar de la represión, “las violaciones y asesinatos” cometidos bajo el gobierno de la India en esa región, y donde lo trataron de silenciar activistas hindúes de nuestra ciudad.
“Dije que todo el mundo sabía de la violencia en la Cisjordania, pero no se conocía la de Cachemira. Y seguí hablando, pese a los insultos”, cuenta.
Recientemente, Lord Ahmed –que además es hombre de negocios – argumentó en contra de que las mujeres musulmanas en el Reino Unido lleven velo, considerándolo un impedimento a la integración de éstas en occidente. En un popular programa televisado, lo secundó Reem Maghribi, una joven editora en jefe de la revista Sharq, que se ocupa de los temas del Reino Unido y Medio Oriente. Maghribi, hija de un palestino, también se encuentra en Baku.
Lord y reportero se encontraron en esta ciudad tan diferente, a medio mundo de distancia de Los Angeles, con motivo de la apertura de la “Conferencia sobre la función de los medios periodísticos en desarrollar y promover la tolerancia y la comprensión mutua”, organizada en esta capital de Azarbiyán por la Organización de la Conferencia Islámica.
La conferencia, con la participación de representantes de los 57 países miembros de la Conferencia que tiene sede en Arabia Saudita, entre los que Azarbiyán ocupa el secretariado general, trata realmente de reunir un contingente variado, diverso, representativo de esa tolerancia que pide para los musulmanes.
Así, están convocados aquí periodistas, académicos, activistas, políticos y sacerdotes de todas partes.
Y fui invitado por la incidencia cada vez mayor de la población latina en Estados Unidos, y por el papel que el diario viene a cumplir para esta comunidad.
La celebración de tres días la conferencia fue decidida hace menos de un anno con el objeto de @incrementar el conocimiento público en el mundo de los pilares y los valores del islam, incluyendo a la juventud@
Luego de intensos preparativos, se inaugurará este jueves, con la esperanza de que su celebración contribuya a contrarrestar la percepción prevalente en muchas partes que identifica al Islam con el terrorismo, el extremismo y el fanatismo. Para los anfitriones, los azeris, esa posición ignora a un país como el suyo, en donde el 90% de la población es musulmana y sin embargo la nación es constitucionalmente secular, sin religión, y donde se persigue una aproximación a occidente en general y a Estados Unidos en particular. Todo bajo el manto del conocimiento como puente para acercar a las diferentes culturas. Aunque el régimen político deja muchísimo que desear desde el punto de vista de las libertades civiles y la democracia.
Y para muestra, uno de los participantes de la conferencia será Arthur Lenk, embajador de Israel en Baku y quien anteriormente sirvió como vicecónsul de su país en Los Angeles.