Comparaciones de la muerte
Tu mano se extiende
Maythé
Morir sería como estar flotando
revolcado en sábanas vegetales
esta cama cierta negra maga tuya
alienado entre el cieloraso y el agua
que no cesa
desde la cristalina efigie de tu boca
tenso el cuello y a punto de esfumarse
por el reverso lado oscuro
de mis dientes
podría morir ahora
flotando en esta cama negra
pero prefiero sumergirme
en un inventario de llegadas y reveses
alimentar cierto tipo de intento
saturado de silencio
por eso piso la losa fría
de tanto llorar que no me dejes
y revivo la escalofriante
glaciación de los mensajes
y sueño con la viva condición
de un momento que se asiente
se afirme y me convenza que estamos juntos
al ver tu cuerpo en cruz
crispado por acallar los malos sueños
y a las mañanas augurarte
que descanses que descanses
y besar tu oreja sin despertarte
en señal de mi partida
oh espejo cama espejo
tibio duro inmenso salvaje
nube a punto de madurar y dar frutos
late la cama espejo espejo
y se contrae como útero
late la cama espejo
y me muero un poco
cuando tu pierna me abarca y levanto
sería morirme
agitar los brazos lerdos
como caña de pescar
soy una libélula bajo el sol
y me cosquillea el levísimo peso de las alas
atormenta el recuerdo
de su fragor de hélices
por sus connotaciones de guerra
y rescates malogrados
y es inevitable que me estire
empapado de un líquido primario
insecto tardío
arrebatado de goce
ante tu embestida
o bien es tu mano que se extiende
y que cubre mi frente
acallas un clamor que me cruza el pecho
cuando me encomiendo
al intento sincero de seguir viviendo
al mencionar los nombres
de tus dioses nuevos.
La luna y el sacrificio
Espesos vapores de tu raza
o historias macabras
o los dioses nativos
dueños de la luna y el sacrificio
Debo rodar por el piso líquido de la sala
hecho cucharita
o esconderme como chicle
pegado al pupitre de mi escuela
y si me duele el pecho
pronuncio para adentro
las palabras mágicas: nada
todavía no vengas
todo va a estar bien
le digo a la muerte
que temo vivir incierto y pesadumbre
y puede que entonces llegue la hora
una sola vela más titile y destile lágrimas
barras de dinamita
revienten mi piel en escamas
de poros abiertos y brillo de adioses
y por fin cerrar
el circuito digital de los Debes
y ya no más potros que te arrojen por el aire
ni infelices que disfracen
sus pequeñas maldades de proezas
ni la tristeza de arrastrarse por centavos
o converger en la fauce endeble
de mi horror propio y vago como niebla
morir
vivir
estirar el brazo izquierdo
y asir toda tu extensión a mi lado
en el reverso de tu puño
acariciar la planicie
sobrecogedora de tus piernas
repetir la fórmula antigua
que clausura la noche
y te protege de recuerdos y terrores
y decirme
alguna vez visitaré tu sueño
abrazaré tu viscosa pesadilla
con mi alma cortada
por el desasosiego
y yo seré aquel día
de color casi transparente
entrando por la puerta
de tu más íntima carpa
por toda la llanura
de tu miedo entrecortado
y ataré los cabos del dolor
con un abrazo adormilado
la panacea perfecta y poderosa
de los fuertes los que aman
para prevenir que regresen
los jinetes ensañados
y que atropellen con sus coces
tu ternura de terruño.
Goce en el fondo de un vaso
Morir o vivir
o acudir a ver
qué es lo que haces
con quién hablas
mientras el reverso de tu puño
agita dos dados
de buena suerte en un vaivén
o bien que caen pegajosos
uno a uno
cinco-dos
cinco-seis
doble cuatro
y entonces es algarabía y el sabor
dulce y pesado y adictivo de estar vivo
morir o vivir en vaivén
flotando los dos
sobrevolamos andenes de terrones
pan de tu tierra
cilantro sabores nuevos de nuestra cocina
licuado de mango licuado de papaya
el goce en el fondo de un vaso
de cristal alto y brillante
como un hombre bueno
almacenes de leche tierna
vagones de abundancia
tras el nácar de tu vientre
atiborrados glotones
un lujo
simple e increíble como el día que sigue
y alargando el brazo izquierdo rozo
uva redonda sin semilla en mi lengua
la sombra de los pétalos de tus senos
proyectados con licencia de ave buena
recorro con la limpieza del aceite
tus senos nuevos y directos
entre dedos derretidos
o mis pestañas o mis labios.
Semilla de hombre
Crece el bosque
acá se hace espesura
la comisura de mi boca
en la restauración de mi potencia
sin estaciones intermedias…
…ni pasos de ferrocarril
ni recovecos
ni asfalto estancado
en el recuerdo de una lluvia
ni renovación de mis poemas.
Crece el bosque
espejo cama negra late grita
se magnifica y retira
marea por el orificio del placer
se contiene en un atadito de pobre
entre el índice y el pulgar
bosque sin mar
bosque sin cielo desconsolado
madera verde
ni deforestación ni incendio
ni más agua que la que traje al mundo
y me largo a caminar entre tus piernas
tuyo apasionado yo
agua agua agua agua
morir vivir un poco
estalla otra barrita azul
y detrás de tu espalda
me convierto en semilla de hombre
cúmulo misterioso
de alternativas y esperanzas.
Lamo la sal de tu piel.
El polvo plomizo
ya se asienta en nuestra casa
preparo una sopa judía
para pasar el primer invierno
y también quizás sea la paloma
ajena y distraída
en el patio del museo
del mundo de los grandes.
Courtleigh Drive