Helsinki, parte IV: Carlos

Las decisiones que Carlos tomó fueron siempre abruptas, drásticas. Cambios tajantes en todo el curso de su vida. Su misma apariencia delataba esa tendencia a la bravuconada, la vindicación, la superficialidad: ojos achinados, orejas recortadas, cabeza absolutamente proporcional, nariz fina y puntiaguda, labios delgados y apretados y dientes filosos y amenazadores.

Leer más

III: Babta

El aire está detenido y como absorto. El polvo retornó hace muchas horas a la tierra para descansar, y sólo en lo más alto de su copa, los eucaliptos y los pinos se abanican al unísono. Acarician las nubes con la delicadeza infinita que caracteriza su existencia. Las corrientes transportaron hasta aquí pesados vahos desde el Jordán, que serpentea verdoso y lento por debajo del camino. Esta calma quedó grabada en el espíritu de Eli para siempre. En la futura vida sería irrepetible, inefable. Como la caída de una copa de cristal, la quiebra el canto del gorrión de la Galilea.

Leer más