Casa nueva, otra vez sueño inalcanzable

Dream house 1

Publicado en Huffington Post Voces el 23 de junio de 2013.

[Actualización, el 22 de julio, aquí en Minutario.com: en el mes de julio los precios de vivienda subieron en 21.3%. Tal como se describe en el artículo. Un mes después, seguimos en el mismo lugar, cada vez más seguros de la futilidad del esfuerzo y con la esperanza de que en el futuro – ¿fin de año? ¿el que viene? – algo bueno pase. Entretanto, ver casas se convirtió casi en un ejercicio de futilidad… y entretenimiento.]

Hace un tiempo y después de vivir aquí en el Este de Los Angeles por 10 años ,pensamos en la conveniencia de mudarnos. Cambiar de casa. Que los chicos se están yendo, que los amigos viven lejos…

Creíamos que era el momento adecuado. Quizás el último de los momentos adecuados: la horrible crisis con sus desalojos y desfalcos bancarios parecía detrás, la tasa de interés hipotecario podría subir, los precios con la recuperación económica comenzarían a escalar, y rápido.

Sucedió, mucho más rápido de lo que pensábamos.

Varios meses de búsqueda después estamos en el mismo lugar.

Las ofertas que presentamos fueron superadas fácilmente por otras mucho más altas que la suma inicialmente pedida. Visitamos casas recién puestas en el mercado que ya habían sido vendidas. En la búsqueda nos alejamos en muchas millas de donde queríamos. Corrimos a ver propiedades descritas como exquisitas mansiones para descubrir pocilgas semiderruidas, a precio de oro y abriéndonos paso entre 20, 30 ó 40 compradores igualmente pasmados.

Lo que más choca es cómo saltaron los precios. Piden 340,000 dólares (ésto es Los Angeles; otras áreas no son tan caras), pero luego corrigen el precio a 380,000 y finalmente venden a 420,000 dólares y al contado. Pasó una y otra vez.

Estamos supuestamente en un callejón sin salida. Sin salid, sin por dónde huir.

Al igual que la clase media estadounidense.

El sitio especializado Bloomberg se ocupó específicamente del aumento en los precios de viviendas aquí, en California, diciendo que es el más pronunciado en más de 30 años.

«El precio promedio para una casa unifamiliar ya existente saltó en mayo a $417,350, 32 por ciento más que 12 meses antes, cuando era de $316,460».

Es decir, por la misma casa se paga hoy 100,000 dólares más que hace un año.

Y eso, si la encuentra.

No es solamente en California, sino en todo el país.

¿Por qué? ¿Qué nos dicen? Que el inventario es mínimo y la cantidad de interesados, prácticamente ilimitada. Que los rumores (ya no son rumores, sino realidades) de un aumento en las tasas de interés causan una estampida de compradores.

Y, sí: las ventas de casas usadas se catapultó efectivamente, superando el mes pasado (mayo) las 5 millones de unidades en todo el país, algo no visto desde noviembre de 2009 y antes de aquel mes, desde julio de 2007.

La Asociación Nacional de Corredores de Bienes Raíces publicó un informe ampliamente citado el pasado jueves según el cual la venta de viviendas subió en un solo mes (mayo) un 4.2 por ciento. En 12 meses, las ventas subieron 13 por ciento.

Y los precios en el ámbito nacional subieron incluso más, un 15.4 por ciento en 12 meses, el mayor aumento desde 2005.

Para quienes compran su primera casa – es decir, que no tienen otra para vender y así aumentar su poder adquisitivo – solo hay malas noticias. Este grupo compuesto de parejas jóvenes, inmigrantes y profesionales está siendo desplazado del mercado. Según el citado informe su porcentaje en el total de compradores era de 34 hace un año. Pero en abril fue de 29 por ciento. En mayo, de 28 por ciento. Y así sucesivamente. Lo dicho: es más difícil.

El interés hipotecario ya mencionado: para un préstamo típico a pagar en 30 años, era 3.67 por ciento hace un mes, en mayo, y está ahora a 4.24. Cuando se lean estas líneas, seguramente será más alto.
Encuentre aquí las tasas de interés vigentes.

Como dice el analista Anthony Mason: «parece que la era de intereses tan bajos que marcan récord tiene los días prestados».

La tasa de interés, por supuesto, es crucial. Para un préstamo de 300,000 dólares a un 3 por ciento, se pagará adicionalmente 270,000 dólares en intereses en 30 años. Si es 4 por ciento, la suma a pagar sube a 360,000 y si llega a 5 por ciento, es de 450,000 dólares.

Ese es, para usted, el precio del dinero que pide prestado.

Van a subir más, dicen: lea este análisis.

Entonces, ¿adónde vamos? Poco inventario, precios inusualmente altos y que siguen subiendo, intereses que hacen la experiencia menos atractiva, alta presencia de especuladores que compran viviendas en decenas de miles para rentarlas y esperar el momento para venderlas…

A que el mercado es menos atractivo, más caro, difícil. A que los compradores se alejen.

¿Suena conocido?

¿Cómo puede existir una recuperación en la vivienda en esas condiciones?

Solamente si se acelera con incentivos impositivos la construcción de nuevas viviendas, se mantiene tasas de intereses bajos para primeros compradores, se amplía la ayuda gubernamental a parejas jóvenes y personas de menores recursos, y se controla el ingreso al mercado de inversores inescrupulosos.

Pero eso ya convierte el problema en una cuestión política espinosa. Y en las condiciones actuales, parece casi imposible que en Washington haya acuerdo o ni siquiera se preste atención a este problema que viene creciendo.

Total, nuestra casa en el Este de Los Angeles, la verdad, nos gusta mucho.